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Pazo

Val de Deus

Exclusivo sabor y excelente calidad han crecido con la tradición de esta familia desde el año 1872 hasta la actualidad. Hemos alcanzado un gran posicionamiento en el mercado nacional e internacional, con planes de expansión gracias a nuestra dedicación y pasión por la miel.

Tradición

La pasión y dedicación de nuestros antepasados nos ha llevado a crecer y lograr grandes resultados. En el año 1872, el Sr. Emilio Barreiro y su esposa Pepa utilizaban cortezas de alcornoque para la producción de la miel, llegando incluso a tener algunas de ellas en las paredes de su casa debido a la gran cantidad que había. La miel que cultivaban de estas cortezas la vendían posteriormente en pueblos costeros y otras localidades. A pesar de esto, su producción era escasa, ya que solamente vendían entre 600 y 700 Kg de miel al año por los altos precios que tenía en aquellos tiempos. 

Al fallecer Pepa y Emilio, su hija Rosario y su esposo Ramiro continuaron con el negocio, cuidando las abejas con mucho cariño y esmero. 

Gelucho, bisnieto de estos, que por entonces tenía 13 años, descubrió un nuevo enjambre en la casa. Al haber visto como Rosario y Ramiro atendían las abejas, supo manejarlas y meterlas en una de las cortezas. 

Fue aquí donde despertó su pasión por las abejas y decidió aprender el oficio. Adquirió dos colmenares y un libro de apicultura en una feria en Santiago de Compostela y se contagió de ese mundo, dedicando todo su tiempo a las abejas.

La miel

La miel es un regalo dulce de las abejas de fluído viscoso, obtenida a partir del néctar de las flores. La gran producción de miel se debe a la apicultura: la intervención humana en el proceso de explotación de los panales. Gracias a la creación de colmenas artificiales, las abejas melíferas se han podido semidomesticar  y así cosechar el exceso de miel dentro de la colmena o en un nido salvaje.

Gracias a estas dos colmenas y a los libros que leyó sobre el tema, consiguió tener varias divisiones (núcleos) que en 2 años se convirtieron en 80 colmenas, y en 600 tras otros 6.

 Posteriormente, le enseñó a su madre el oficio, mostrando esta gran interés y dedicación, y poco a poco se convirtió en un interés común en toda la familia. Gelucho y su esposa, Milucha, dedicaban todo su tiempo libre a las colmenas, que fueron expandiéndose gracias a la ayuda de su hija Veva, que extraía, envasaba y vendía la miel a comercios prestigiosos.

 Veva, años más tarde, se casó con Santiago Roma Martínez, viticultor y bodeguero, y en 2013, con el apoyo de Gelucho, crearon la empresa Pazo Val de Deus.

En la actualidad, Gelucho asesora a Santiago Roma con la empresa, transmitiendo la sabiduría de muchos años de experiencia y resultando esto en la producción de nuevos núcleos, con nuevas reinas, cada año.